"Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! "- (1ª Corintios 9:16)
¡No hay otra cosa que llene más mi vida que el hablar de Dios a
otras personas, abrir mi Biblia y predicarle el evangelio a una persona que
necesita a un Señor y Salvador!
Saben
que tenemos la Palabra de Dios en nuestras manos, pero, ¿De qué sirve si no puedes
proclamarla? ¿De qué te sirve si no la compartes con otro? ¿Si no la vives?
(“El que me ama,
mi palabra guardará”- Juan14:23)
Pero,
¿sabes qué? Hay millones, si,
escuchaste bien, millones de cristianos nominales, que realmente no han
reconocido que Jesucristo es el Señor, despojándose de sí mismo y nacidos de
nuevo solo por poner su fe en el Señor, y todo por gracia. Pero ellos van a la
iglesia simplemente por otras razones. Hechos
26:20- Hay que mostrarles a la gente que debe
hacer obras dignas de arrepentimiento, no solo basta creer, sino que arrepentirse y volverse a nuestro
Señor.
“La Biblia, toda la Biblia y nada más que la
Biblia es la norma de un verdadero cristiano.”- Charles H. Spurgeon.
Algunos dicen que
Spurgeon fue el príncipe de los predicadores, yo me atrevería decir que Pablo
lo fue. Qué espíritu y vehemencia al motivar el evangelio.
A.
¿Qué
es predicar el evangelio?
a. Predicar el evangelio es exponer el
plan perfecto de Dios para el hombre mediante las palabras del mismo Dios.-
1ª Corintios 15:1-4; Efesios 2:1-2, 5, 8-9.
b. Debes
buscar predicar la verdad de Dios.
c. Es
predicarlo al corazón a la gente, no predicar de la gente.
d.
Predicar el evangelio es exaltar a nuestro Señor Jesucristo. ¿No queremos hacer eso? Qué
miserables somos por no exaltar a nuestro Señor.
e.
Proclamar el evangelio es decir a la gente lo más bello del mundo para
que puedan volver sus corazones a un Dios santo, lleno de luz y juicio, para
que reciban su amor.
f.
No lo que el evangelio es, sino predicarlo al corazón de la gente
derramando nuestro propio corazón al pecador sin arrepentirse.
g.
Proclama las inescrutables riquezas de Jesús con todo el corazón!
¿Por qué no jactarnos?
a. Porque
estamos consientes de nuestras propias imperfecciones.
b. Dios
nos recuerda que todo lo que tenemos es prestado. Romanos 1:16- Lucas 17:10
¿Por qué debemos predicarlo?
1. Porque me es una necesidad hacerlo.-
a.
poner
encima (griego) La
paga de Pablo por predicar el evangelio era que no tenía paga, no recibía nada
monetario a cambio, lo hacía voluntariamente y regocijadamente, porque sabía el
privilegio de hacerlo.
b. Qué trágico es cuando lo vemos como una
carga y no como una bendición.
c. La
verdadera carga nuestra debe ser sentirnos deudores y responsables por las
personas que no han reconocido a Dios como su Señor.
d. Porque
tenemos un llamamiento hacerlo- Hechos
1:8; Mateo 28:19,20; Marcos 15:16.
2. Porque me será doloroso no hacerlo.
– No estoy cumpliendo mi necesidad.
a. Porque cada segundo, un alma abre los ojos en el
infierno atormentándose por la eternidad y es nuestra responsabilidad. –
Jeremías. Lucas 16.
b.
“Aunque
el sol dejara de resplandecer; nosotros predicaríamos en la oscuridad. Aunque
el mundo dejaré de girar y los planetas dejaran su curso, aun así predicaríamos
el evangelio. Predicaremos el evangelio,
solo lo dejaremos de hacer cuando ya no respiremos más. Por tanto, estos
labios predicarán el evangelio”
c. Somos
culpables de no predicar el evangelio.
Hebreos 10 y 12.
“¿Dijiste que no has sido llamado? Más bien es que no
escuchaste el llamado. Pon tu oído atento a la Biblia y escucha a Dios
diciéndote que saques a los pecadores del fuego del pecado. Pon tu oído atento
al corazón abrumado y agonizante de la humanidad y escucha su lastimera
petición de ayuda. Ve y párate a las puertas del infierno y escucha a los
condenados que te piden ir a la casa de sus padres para advertir a sus hermanos
y hermanas, a sus siervos y amos, para que no vengan a ese lugar. Y ya que lo
hagas, mira a Cristo cara a cara, a quien Su misericordia has profesado
obedecer, y dile si unirás corazón, alma, cuerpo y circunstancias en la marcha
para publicar Su misericordia al mundo.” — William Booth
d. Gálatas
1:15-16.
3. Porque su amor nos motiva a hacerlo.
a. 2 Corintios 5:14-15)
b.
Hechos 4:20- ¿Podemos exclamar eso hoy?
Si no podemos, pidámosle perdón a Dios, dile con tus palabras: “Señor, dame
pasión por las almas, porque ¡ay de mi si no predico el evangelio!” PORQUE NO
PODEMOS DEJAR DE DECIR LO QUE HEMOS VISTO Y OIDO!
¿Ahora qué harás?
¿Seguirás estando en tu comodidad o tomarás la decisión de con tu vida mostrar
realmente tu amor a Dios y contarles a otros de cuán grande amor tiene Cristo
por nosotros? Oremos.