martes, 22 de octubre de 2013

La Visión de Pablo: ¡Hay de mí si no anunciaré el evangelio!-

"Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! "- (1ª Corintios 9:16)


¡No hay otra cosa que llene más mi vida que el hablar de Dios a otras personas, abrir mi Biblia y predicarle el evangelio a una persona que necesita a un Señor y Salvador!
Saben que tenemos la Palabra de Dios en nuestras manos, pero, ¿De qué sirve si no puedes proclamarla? ¿De qué te sirve si no la compartes con otro? ¿Si no la vives?  (“El que me ama, mi palabra guardará”- Juan14:23)

Pero, ¿sabes qué? Hay millones, si, escuchaste bien, millones de cristianos nominales, que realmente no han reconocido que Jesucristo es el Señor, despojándose de sí mismo y nacidos de nuevo solo por poner su fe en el Señor, y todo por gracia. Pero ellos van a la iglesia simplemente por otras razones. Hechos 26:20- Hay que mostrarles a la gente que debe hacer obras dignas de arrepentimiento, no solo basta creer, sino que arrepentirse y volverse a nuestro Señor.

 “La Biblia, toda la Biblia y nada más que la Biblia es la norma de un verdadero cristiano.”- Charles H. Spurgeon.

Algunos dicen que Spurgeon fue el príncipe de los predicadores, yo me atrevería decir que Pablo lo fue. Qué espíritu y vehemencia al motivar el evangelio.

A.    ¿Qué es predicar el evangelio?
a.       Predicar el evangelio es exponer el plan perfecto de Dios para el hombre mediante las palabras del mismo Dios.- 1ª Corintios 15:1-4; Efesios 2:1-2, 5, 8-9.
b.      Debes buscar predicar la verdad de Dios.
c.       Es predicarlo al corazón a la gente, no predicar de la gente.
d.      Predicar el evangelio es exaltar a nuestro Señor Jesucristo. ¿No queremos hacer eso? Qué miserables somos por no exaltar a nuestro Señor.
e.       Proclamar el evangelio es decir a la gente lo más bello del mundo para que puedan volver sus corazones a un Dios santo, lleno de luz y juicio, para que reciban su amor.
f.       No lo que el evangelio es, sino predicarlo al corazón de la gente derramando nuestro propio corazón al pecador sin arrepentirse.
g.      Proclama las inescrutables riquezas de Jesús con todo el corazón!

¿Por qué no jactarnos?
a.       Porque estamos consientes de nuestras propias imperfecciones.
b.      Dios nos recuerda que todo lo que tenemos es prestado. Romanos 1:16- Lucas 17:10

¿Por qué debemos predicarlo?

1.      Porque me es una necesidad  hacerlo.-
a.      poner encima (griego) La paga de Pablo por predicar el evangelio era que no tenía paga, no recibía nada monetario a cambio, lo hacía voluntariamente y regocijadamente, porque sabía el privilegio de hacerlo.
b.      Qué trágico es cuando lo vemos como una carga y no como una bendición.
c.       La verdadera carga nuestra debe ser sentirnos deudores y responsables por las personas que no han reconocido a Dios como su Señor.
d.      Porque tenemos un llamamiento  hacerlo- Hechos 1:8; Mateo 28:19,20; Marcos 15:16.

2.      Porque me será doloroso no hacerlo. – No estoy cumpliendo mi necesidad.
a.       Porque  cada segundo, un alma abre los ojos en el infierno atormentándose por la eternidad y es nuestra responsabilidad. – Jeremías. Lucas 16.
b.      “Aunque el sol dejara de resplandecer; nosotros predicaríamos en la oscuridad. Aunque el mundo dejaré de girar y los planetas dejaran su curso, aun así predicaríamos el evangelio. Predicaremos el evangelio,  solo lo dejaremos de hacer cuando ya no respiremos más. Por tanto, estos labios predicarán el evangelio”
c.       Somos culpables de no predicar el evangelio.  Hebreos 10 y 12.

“¿Dijiste que no has sido llamado? Más bien es que no escuchaste el llamado. Pon tu oído atento a la Biblia y escucha a Dios diciéndote que saques a los pecadores del fuego del pecado. Pon tu oído atento al corazón abrumado y agonizante de la humanidad y escucha su lastimera petición de ayuda. Ve y párate a las puertas del infierno y escucha a los condenados que te piden ir a la casa de sus padres para advertir a sus hermanos y hermanas, a sus siervos y amos, para que no vengan a ese lugar. Y ya que lo hagas, mira a Cristo cara a cara, a quien Su misericordia has profesado obedecer, y dile si unirás corazón, alma, cuerpo y circunstancias en la marcha para publicar Su misericordia al mundo.” — William Booth
d.      Gálatas 1:15-16.

3.      Porque su amor nos motiva a hacerlo.
a.       2 Corintios 5:14-15)
b.      Hechos 4:20- ¿Podemos exclamar eso hoy? Si no podemos, pidámosle perdón a Dios, dile con tus palabras: “Señor, dame pasión por las almas, porque ¡ay de mi si no predico el evangelio!” PORQUE NO PODEMOS DEJAR DE DECIR LO QUE HEMOS VISTO Y OIDO!

¿Ahora qué harás? ¿Seguirás estando en tu comodidad o tomarás la decisión de con tu vida mostrar realmente tu amor a Dios y contarles a otros de cuán grande amor tiene Cristo por nosotros? Oremos.