lunes, 11 de noviembre de 2013

¡Cuidado! Campo minado.

Si has recibido a Jesús como tu Señor, necesitas saber que el enemigo no se detendrá ante nada para impedirte que conozcas y vivas para Dios. Un creyente desarmado, desanimado y temeroso, que ha mordido el polvo de la derrota, asfixiado por la culpa y la vergüenza, no representa amenaza para él: No vacilará en emplear tácticas extremas para separarle de Dios y sus bendiciones.

Estamos en una verdadera guerra espiritual, el enemigo ya está avanzando en el campo de batalla. Sus armas son devastadoras y apenas visibles: Son verdaderas minas terrestres. Si las pizas, comprobarás lo realmente destructivo que es, y sin duda serás destruido.
         
       Imagínate esta pequeña pieza de metal (La mina) que probablemente no exceda el medio metro, y que tenga el poder de derribar todo a su paso, es un enorme poder destructivo, ese es el poderío que tiene una mina terrestre: aniquila lo que esté en sus cercanías solo al tener el menor contacto con ella la puede detonar, y sin duda cuando es detectada ya es demasiado tarde para apartarse de la misma.

            Cuando pisamos una mina del enemigo tiene un efecto mortífero en nuestra relación con Dios y con los demás, perdiendo el gozo de experimentar las ricas bendiciones de Dios.

Si pones atención a este estudio, sin duda puedes evitar ser una baja en esta guerra. ¡Tú no tienes que ser una baja!

            Pedro nos exhorta: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” (1 Pedro 5:8),  El apóstol Pablo nos recuerda: “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.” (Gálatas 5:1), Con esto nos quieren decir que no estemos atados por nada que nos impida ser todo lo que Dios quiere que seamos y planeado para nosotros. “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” (Gálatas 5:13)

¿Cómo enfrentar la amenaza oculta?

El rey Saúl miró desde el otro extremo de su tienda, a los ojos de David, quizás fue una mirada llena de exagerado celo al pequeño muchachito que buscaba su primera oportunidad en un campo de batalla, para demostrar que sí era un guerrero de primera, y estaba en el lugar indicado donde podría demostrar sus mejores estrategias: el campo de batalla.

David fue sincero ante el rey, y ya tenía un historial: victoria contra un león y un oso al defender las ovejas de su padre. Pero lo que más llamó la atención de Saúl, fue el deseo de vengar a su pueblo (1ª Samuel 17), Saúl le permitió pelear, pero esa decisión sería la que llegaría a lamentar más Saúl, porque anunció con sutileza a su sucesor y el final de su reinado. Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.” (1 Samuel 18:7) La biblia dice que  partir de ese momento: Saúl no miró con buenos ojos a David.” (ver.9). Los celos, el orgullo y la ira llenaron el corazón del rey, y David se convirtió en el blanco de la furia personal de Saúl.

1.- Confronta cara a cara al enemigo.

Satanás usa mucho pecados “inofensivos” o que creemos “inevitables” como: Chismes, sentimientos de falta de perdón, orgullo, cinismo, desilusión, el rencor, la transigencia, la tentación sexual, el temor, la indolencia, la holgazanería solo con mencionar unos pocos, de los cuales todos y cada uno es diseñado por Satanás. Esa es una de sus tácticas favoritas, es en aquellos pecados “inofensivos” en donde comienza a ocultar estas pequeñas minas terrestres en nuestras vidas con el fin de destruirnos.

Eso sucedió en la vida de Saúl, nunca llegó a ser la persona que Dios quería que fuese porque permitió que el orgullo entrara a su corazón y si no discernimos y somos sabios al tratar con eso, nos puede pasar lo mismo a nosotros. Puede que no sea orgullo, pero probable que si sea uno de la lista anterior el que cause al rozarlo una destrucción en nuestras vidas.

Saúl tenía todo para tener éxito: Dios le había ungido, le había vestido con poder para gobernar. Pero en vez de gobernar con una visión piadosa, permitió que su corazón fuera  gobernado por el orgullo, y esa fue la mina que pisó que causó su destrucción.

Para derrotar el pecado, debe reconocer que necesita a Dios, Dios nos prometió la victoria sobre toda persona, situación o problema que nos pase en la vida, incluso, sobre las mismas cosas que el enemigo utilizaría para hacernos caer (Romanos 8:37) Debes tener esperanza y paz mental porque estamos sostenidos en el poder de Dios.

a.       Dios es más grande que cualquier arma de Satanás, sea cual sea esta arma y lo horrenda que parezca. Dios es Omnipotente.
b.      Para vencer estos pecados, debe reconocer que Dios los ha prohibido todos y cada uno.
c.       Evite pensar: “Bueno, un poquito de (inserte el pecado) no le hace mal a nadie.” Porque esa será una explosión mortífera en su vida. Eso le sucedió a Saúl, pensó que no le haría daño y terminó destruido.

Evitar un pecado serio no es difícil, en especial si usted sigue la ruta de Dios que ha trazado para su viaje, es vital estar en sintonía con Dios para cuando aparecen estas minas terrestres en el camino.

La victoria llegará cuando aprendamos a ser sensibles al Espíritu Santo, y siendo dirigidos por él y no por nuestros deseos. “Cuando aparezca la luz y llegue la convicción de maldad, sea un hijo de Luz y confiese, y Dios se encargará de lo que está mal; si usted se justifica a sí mismo, demostrará que es hijo de las tinieblas.” (En pos de lo supremo).

2.- Evite tácticas enemigas.

Satanás ocupará tácticas que usted no se imagina para hacer que usted no tenga una buena relación con Dios, separándole de las bendiciones de andar en la luz y amor.

Usted puede neutralizar las maquinaciones de Satanás en esta guerra espiritual. Dios nos ha dado todo lo que necesitamos en esta batalla, Dios quiere que seamos victoriosos (Josué 1:7)

Todo comienza con una fe sencilla y un amor por el Dios Santo que dio su vida por usted en la cruz del calvario: “Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:31-32)

¿Cómo se desactivan estas minas?
a.       Entendiendo que está en una guerra Espiritual.- Dios no quiere que temamos a las amenazas del enemigo, pero debemos estar preparados para recibir los dardos del enemigo que es real y que hará lo imposible para atacarnos.
b.      Entendiendo que servimos a un Dios Omnipotente- El nos promete la salida y victoria en cada momento, él es el Soberano del Universo y también es nuestro Padre y nuestro Dios. “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” (2ª Corintios 10:4)
c.       Entendiendo que debemos confiar en Dios y él nos ayudará- No seamos hijos insensatos que apartan su mirada de Dios, confiemos en él y que nos ayudará en todo momento. El no abandona a sus hijos. “Nunca decayeron sus misericordias, nuevas son cada mañana, grande es su fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23)
d.      Debemos recordar que no estamos solos.
e.       Debemos recordar que Dios nos da la salida, su bondad, su gracia y su misericordia en abundancia, con él “Somos más que vencedores”

3.- Un  guía en el campo minado.

Dios le puede hablar o guiar en situaciones de la vida diaria que usted ni siquiera se imagina, y quizás ahora mismo usted se está haciendo la pregunta, ¿De verdad Dios nos puede hablar en esas situaciones? La respuesta es si, Dios nos habla a través de:

a.       Su Palabra
b.      El Espíritu Santo que habita en nosotros
c.       Y el consejo piadoso.
d.      En situaciones particulares de nuestra vida.

Una vez que usted comience a estar atento de los caminos de Dios, él le otorgará una visión espiritual  y sabiduría para evitar las minas terrestres que el enemigo nos ha puesto en nuestro camino.

Las guerras no se ganan lanzándose a tontas y a locas ante el enemigo. Las guerras se ganan cuando el plan y las armas utilizadas son realmente efectivas. Dios nos quiere dar el mejor plan para darnos victoria en esta guerra, no quiere que más personas sean destruidas por estas minas. “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” (Efesios 5:15-17)


Cuando usted y yo pisamos una mina ocurre una gran explosión. Puede que no nos demos cuenta enseguida del alcance del daño, pero podemos predecir que afectará nuestras vidas en incontables maneras. Por eso, debemos aprender a saber cómo detectar, identificar y protegernos de la destrucción que se produce al pisar estas minas del enemigo

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