La indolencia es un problema en el cual podemos caer
por el poco contacto con la Palabra de Dios. La indolencia o vagancia es
inexcusable. Por lo general, la persona que lucha con este problema también
muestra señales de un problema mucho más profundo: baja autoestima, orgullo y
una actitud pasiva-agresiva. En 2ª
Tesalonicenses 3:6, Pablo describe a un grupo de creyentes que se habían
vuelto indolentes en su devoción al Señor y en su trabajo.
Antes de continuar, pregúntese: ¿Estoy dando lo
mejor de mí? O ¿Estoy dando de menos a mi empleador y a mis compañeros como
resultado de los atajos y la procrastinación?
Muchos tesalonicenses no trabajaban. En lugar de
eso, esperaban que la iglesia se hiciera cargo de ellos. Cuando Pablo supo de
su estado desastroso, escribió dos cartas que contenían fuertes palabras de
amonestación, y les dijo que, aunque Jesús no había regresado, Dios ciertamente
era fiel a sus promesas. El salvador regresaría. Por tanto, hasta que
regresara, tenían que seguir siendo diligentes en todos los aspectos. Eso
quería decir que ¡Regresaran al trabajo!
Podemos ser indolentes en cualquier aspecto de
nuestra vida: Flojos al trabajar, al congregarse, al estudiar, al leer la
Biblia, al hacer tareas, a los mandatos de los padres, etc.
Jesús siempre llama a personas indolentes a la
acción (Juan 5:2-9) Pablo mando a
los tesalonicenses a trabajar (2ª
Tesalonicenses 3:7-13)
Tú puedes caer en esta pecado por las siguientes
razones:
a)
Falta
de prioridades, metas y ambiciones.
b)
Egoísmo
c)
Falta
de fe en el llamado y la capacidad de Dios.
d)
Sensación
de orgullo.
e)
Insensibilidad
al Señor y a los demás- una relación debilitada con Dios
f)
Tareas
inconclusas.
g)
Testimonio
destruido
h)
Ignorancia
de los principios bíblicos
i)
Sentimientos
de depresión, ansiedad y temor. (Efesios 6:10-18)
¿Cómo vencer la indolencia o pereza?
Debe entender que:
1.
Dios le ha dado un propósito.
a.
Dios
le ha creado y salvado con un propósito. Él le ama y si usted confía en Él,
ordenará las circunstancias de modo que usted disfrutará cada momento de su
voluntad. (Jeremías 29:11)
2.
Usted no está indefenso.
a.
Si
usted puede sentirse tentado a no sentirse nunca libre, usted está luchando con
el problema de la indolencia.
b.
Sin
embargo, la Palabra de Dios nos dice que por medio de la muerte de Su Hijo
podemos tener libertad y poder sobre cualquier forma de atadura.
c.
La
libertad se obtiene a través de la fe en Su Hijo.
d.
Jesús
nos dice cómo: (Juan 8:31-32)
e.
Después
que acepta a Cristo como salvador, El Espíritu Santo llega para habitar en
usted, otorgándole el mayor poder que pueda tener, el poder mismo de Dios
dentro de usted.
f.
Pero,
usted debe apropiarse de ese poder para su vida.
3.
Dios perdona el pecado.
a.
Dios
está listo a perdonar su pecado y a darle la sabiduría y fortaleza para vencer
en esta batalla contra la indolencia o cualquier otro pecado.
b.
Pero
usted debe buscar su perdón y él le perdonará (1ª Juan 1:9)
c.
Además
debe tomar la decisión de apartarse del pecado.
4.
Él es su única fuente de victoria.
a.
El
más grande enemigo en la vida para el hijo de Dios no es absolutamente nada,
comparado con el poder que Dios nos da para vencer, ese poder es Su poder.
(Salmo 18)
b.
Él
ha vencido al mundo de todo, incluso de nuestras luchas.
c.
Cuando
ore a Dios, pídale que le de discernimiento para confrontar tales situaciones.
Un día Jesús regresará a buscar a aquellos que le
conozcan como Salvador y Señor. Cuando lo haga, lo verá a la cara, si, estará
usted cara a cara frente a Dios, y usted conocerá la plenitud de Su gozo eterno
¡Todas las batallas terminarán y el amor de Dios será suyo por siempre; por los
siglos de los siglos! ¡Amén!
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