martes, 2 de julio de 2013

Ten victoria sobre el temor: Conviértete en un Valiente!

Hay cosas naturales que al hombre le provocan temor, como la muerte, como a lo desconocido, u otras cosas que pueden ser también externas al hombre.

“El Temor es  un obstáculo. Crea ansiedad en el corazón, dificulta nuestra mente y la divide, agota nuestras fuerzas, y hace tedioso todo lo que hacemos en nuestra vida. El temor es un obstáculo, porque dificulta la obra de Dios.”

Cristo  a lo largo de su ministerio nos desafió a creer en Él y no a tener temor, Porque él es el Dios soberano del universo que tiene toda la potestad y control de absolutamente todo. Si tenemos en cuenta esta verdad bíblica, en nuestras vidas debe provocar en nosotros una confianza y fortaleza como hijos del Dios soberano del universo.

Josué y Caleb, ellos en el libro de Números, dieron el reporte correcto con valentía al pueblo de Israel, incluso después del pésimo reporte de los otros 10 espías y al posible temor que pudiese provocar ese mal reporte.

Tomando el mismo ejemplo de Josué, 40 años después de este evento, después de la muerte de su líder Moisés y con ahora la responsabilidad de guiar a un pueblo entero a conquistar la tierra prometida, naturalmente y al parecer provocó en Josué temor en su corazón.  (Josué 1)

¿Qué es valentía?

Definición: Es la cualidad de mente o espíritu, que nos permite enfrentar el peligro, oposición a los desafíos de la vida con audacia, calma y firmeza.

La pregunta ahora es, ¿Cómo puedo llegar a ser valiente?, la respuesta nos la mostrará la Escritura en el libro de Josué.

Josué 1:1-9
“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
La clave para ser valientes es meditar en la Palabra en todo momento.

1.      Medita en la Palabra de Dios. (ver.8)

a.       Meditar no es solo leer superficialmente la Biblia.
b.      No es como la meditación trascendental que dice que tienes que vaciar tu mente, sino que es lo opuesto, es saturar tu mente con la Palabra de Dios.
c.       Meditar tiene la idea de traer a la mente una y otra vez un pensamiento o concepto a la mente y considerarlo para la vida.
d.      Al meditar nos calmamos y el temor se disipa paulatinamente.
e.       El meditar aumenta nuestra fe y convicción en las promesas de Dios. (Romanos 10:17)

2.      Recuerda experiencias pasadas.

a.        Recuerda cómo Dios te ha salvado
b.      Recuerda cómo Dios te ha protegido y te ha ayudado en otras situaciones.
c.       Recuerda cómo Dios ha estado contigo siempre.
d.      Recuerda la fidelidad de Dios.

3.      Observa la valentía de otros.

a.       Eso te alentará.
b.      Eso te ayudará a afirmar tu propia confianza.

4.      Recuerda sus promesas.

a.       “…estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé.” (ver.5)
b.      Reclama sus promesas en momentos difíciles.


Si nos enfocamos en los problemas o dificultades en nuestra vida, estos solo crecerán y se harán más grandes. Pero, si nos enfocamos en Dios, todo se disipará ante su Santa presencia y todo problema se convertirá en nada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario