lunes, 29 de julio de 2013

¿Cómo respondes a la Palabra de Dios?

Vino palabra de Jehová por segunda vez a Jonás, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.  Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad grande en extremo, de tres días de camino.  Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua;  sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos.  ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos?  Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo”. (Jonás 3:1-10)

¿Cómo respondemos a la Palabra de Dios?


Otra vez tenemos el ejemplo de Jonás y la ciudad de Nínive que nos presenta como uno debe responder a la Palabra de Dios.

Jonás tal vez estaba en Jerusalén haciendo sus votos al Señor. Dios le dio algo de tiempo para su recuperación física y para su restauración espiritual. Asiria estaba en un tiempo de crisis. Había rebelión en Babilonia; Israel, Judá y Siria dejaron de dar tributo; Jeroboam II tomó territorio Asirio. En el 763 hubo un eclipse total del sol, también plagas en 765 al 759. Los eventos sucedieron entre la muerte de Adad-nirari I en 782 y la llegada al trono de Tiglat-pileser III en 745.

La reacción a la Palabra de Dios debe ser inmediata y de todo corazón. La revelación demanda una reacción.

Viendo el ejemplo del profeta y la ciudad podemos aprender cómo debemos reaccionar a la Palabra de Dios.

I. LA PALABRA DE DIOS Y EL PROFETA (v.1-4)

1. La segunda llamada, v. 1

a.       Vemos la soberanía de Dios.
b.      No siempre existe una segunda oportunidad
c.       Si Dios la da, debemos reaccionar a ella

2. La repetición del mandato de Jehová (v. 2)

Una ciudad grande para Dios, Dios es el Dios de las naciones. No le importaba el tamaño ni su política, sino su gente. 

3. La reacción del profeta ( v. 3-4)

a. Se levantó (v. 3a)
b. La descripción de la ciudad (v. 3b) , 100 kms. De circunferencia del área metropolitana. Tenía espacio para extenderse, no como Jerusalén y otras ciudades de Israel. La Nínive metropolitana.
c. La proclamación del mensaje ( v. 4) era mensaje de Dios, no su propio mensaje, no sus sueños, ni sus visiones, ni sus opiniones.
d. Dios nos llama, a veces nos da una segunda oportunidad, muchas veces no. Debemos reaccionar inmediatamente a la Palabra de él y predicar su mensaje, no el nuestro. Jamás podemos asumir que Dios dará una segunda oportunidad… Dios no pasará por alto la desobediencia.

II. LA PALABRA DE DIOS Y EL PUEBLO Y EL REY (v. 1-9)

1. El pueblo en general, v. 5

 (1) creyeron
(2) mostraron su fe = ayunaron y se vistieron con cilicio (tela rústica del pelo de cabra, usado por los pobres, los pastores y los esclavos, y para tiempos de luto).

2. El rey en particular, vv. 6-9. (Asurdan III, 771-754 o Asurnirari V, 754-745)

Recibió el mensaje y se arrepintió. Proclamó para que el pueblo:
(a) ayunara (hasta los animales)
(b) se vistiera de cilicio (hasta los animales)
(c) clamara a Dios
(d) se convirtiera de su mal camino
• Violencia = el trato de uno hacia otros cuando se pone encima de las leyes, Asiria y su
• Nadie puede pensar que su posición le da el derecho a dominar a otros.

III. EL DIOS DE LA PALABRA (v. 10)

1. Dios responde cuando reaccionamos a su Palabra
2. Dios demuestra misericordia (cede) cuando el pecador se arrepiente
La fe verdadera se vincula con el arrepentimiento verdadero. Nos arrepentimos o fingimos arrepentimiento. Dios honra su Palabra. Las amenazas son tan ciertas como las promesas.
Dios dio a Jonás una segunda oportunidad (v. 1)

¡Qué lindo saber que Dios nos puede dar una segunda oportunidad!

Hoy, puedes comenzar de nuevo a cumplir el plan de Dios para tu vida. ¡Hazlo!
a.       Jonás anunció el mensaje de la Palabra de Dios (v. 2-4)
b.      Obedeció a Dios – fue y habló según como Dios le dirigió (v.3)
c.       Jonás predicó la Palabra (v.4)
d.      Vidas fueron cambiadas (v. 5-6)
e.       Personas se arrepintieron de sus pecados. Creyeron en Dios.

1. ¿Cómo reaccionamos a la Palabra de Dios? (¿La leemos para poder reaccionar?)
2. ¿Cuántas veces tenemos que escuchar la voz de Dios para actuar?
3. Si respondemos, ¿cómo lo hacemos? ¿De todo corazón o a medias?
4. Si existe un cambio, ¿cuánto tiempo dura? Dios perdonó a Nínive para 150 años, hasta su destrucción en 612 a.C. por Babilonia.


Ojalá que seamos como dice Santiago: hacedores de la Palabra y no solamente oidores, engañándonos a vosotros mismos.

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